Celebración de un cumpleaños consciente: la celebración de la vida

Esta semana ha sido muy emocionante, Monillo cumplió dos años, y no hago más que pensar donde se ha quedado mi bebé. El paso del tiempo es algo que a todos se nos escapa de las manos, no nos damos cuenta de que pasa tan rápido, y muchas veces nos lamentamos haber vivido con mayor intensidad algunos detalles que pasaron si darle importancia…

Por eso, desde que Monillo llegó intento darle a las pequeñas cosas el valor que se merecen, los paseos sin ruta establecida, pararnos a mirar una hoja, una hormiga, las noches viendo cuentos, hacer una pizza con él, o bajar a pisar un charco y subir empapados pero felices, ver pasar el tren, y otro y otro…

Y también quiero que el sea consciente del tiempo, que comprenda lo valioso que es el tiempo en familia, el descubrir el mundo a su ritmo, el intentar  llevar a cabo una idea y buscar posibles soluciones…darle un sentido a cada momento que acontece. Y así me vi pensando si sería apropiado celebrar el cumpleaños  con el ritual de la celebración de la vida Montessori, si sería consciente de lo que estaba sucediendo. Al final, me dije, ¡vamos a probar! y os aseguro que el día fue muy especial para todos nosotros. ¿quieres saber como lo hicimos?

LO QUE NECESITAMOS

• Un tapete que simbolice de alguna manera el año, debe incluir el Sol, pues el año es una vuelta al sol.  yo quería hacer algo duradero, que pudiesemos utilizar todos los años para todos los miembros de la familia. Algo que simbolizara las estaciones del año y los cambios:

Lo hicimos sobre tela, plasmando el cambio de estación con los árboles y las montañas.

• Una vela que simboliza el Sol, un globo terráqueo y fotografías con acontecimientos importantes desde el nacimiento. Nosotros usamos un «2» para marcar el número de años que cumplía, las vueltas que daría alrededor del sol.
  

  

  

   

  LA CELEBRACIÓN

Nosotros adaptamos la celebración a la capacidad de atención de un niño de dos años, es decir, algo corto, significativo y que de algún modo quedase en su memoria como un ritual que realizamos cada vez que cumplimos años. De este modo, el niño no relaciona su cumpleaños con recibir regalos (evidentemente también los recibe, y demasiados) pero comprende que es un día importante porque celebramos su nacimiento, y el paso del tiempo con el, valoramos los momentos vividos durante estos años. Os aseguro que el peque según se levantó pidió los regalos como todos los niños, pero estaba deseando dar la vuelta al Sol.

ASÍ LO HICIMOS

Preparamos el tapete en el suelo y nos sentamos en círculo alrededor dejando espacio para que el niño pueda dar la vuelta.

• Comenzamos explicando el motivo de la celebración » hace algo más de X años, (nombre del niñ@) estaba en la tripa de mamá, y un día (fecha de nacimiento) por fin quiso salir. (por ejemplo, así lo contamos nosotros)
• Mostramos primero la foto de la tripa, una ecografía, etc y tras ello la primera fotografía de recién nacido.
• Después mostramos algunas fotos sobre el primer año (familia, conquistas, lugares, acontecimientos..) Yo recomiendo no demasiadas 4 o 5 como mucho para captar su atención y que los niños se queden con ciertos momentos e imágenes. La última de ese primer año nosotros pusimos la de su primer cumpleaños diciendo » y justo un año después había dado su primera vuelta al Sol» Entonces invitamos al niño a dar la vuelta con la Tierra en sus manos. Yo le acompañé por que estaba algo cortado, sentirse el centro en ese momento  para él era algo nuevo. Mientras el niñ@ da la vuelta, podemos cantar una canción:

«La Tierra da vueltas, da vueltas al Sol, la Tierra da vueltas, da vueltas al Sol»

• Al terminar la primera vuelta, seguimos mostrando acontecimientos del siguiente año de la misma manera, dando el niñ@ tantas vueltas como años cumpla.
• Al finalizar, el niñ@ puede soplar la vela para dar por terminada la celebración.

 

ALGUNOS CONSEJOS 

• Ir preparando al niño para lo que va acontecer. Los días previos le mostré al niño el tapete, elegimos algunas fotos, que participe y sepa lo que vamos a hacer le da seguridad y le implica.
• No forzar situaciones. Si el peque no quiere dar la vuelta le invitamos a hacerlo con nosotros.
• Crear un clima tranquilo, esperar al momento adecuado para hacerlo.
• Evitar que haya demasiada gente. Es un momento para vivirlo y no para estar agobiado.
• Realizarlo exactamente el día de su cumpleaños. Para mi es importante marcar el día en que sucede el cumpleaños. Si tenemos pensado celebrarlo otro día, yo no realizaría el ritual, pues pierde el sentido que conlleva.

¿ Que os parece esta alternativa a la celebración tradicional? En los comentarios podéis reflexionar sobre ello, y yo os prometo contestar! 🙂

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